domingo, 18 de diciembre de 2016

Trabajar con la familia

Empresa Familiar
Trabajar directamente con algún familiar, bien sea los progenitores, con los hermanos o con la pareja puede ser igual de divertido, interesante y fructífero como de insoportable, estresante y del todo inviable. Las empresas familiares siempre han sido un arma de doble filo, sumamente peligrosa  que incluso se han visto casos de que llegan a arruinar potentes empresas y a desmoralizar las sólidas relaciones de parentesco. Evitar que el hecho de compartir el espacio de trabajo con nuestros seres más queridos se convierta en la peor experiencia de nuestra vida depende enteramente de nuestras habilidades para mantener suficientemente separadas la esfera privada y la de los negocios a base de grandes dosis de organización, responsabilidad y sentido común.

Actualmente existen en nuestro país un gran número de pequeñas y medianas empresas regentadas por estructuras de base familiar en las que miembros de distintas generaciones de una o varias familias trabajan codo con codo. A priori, trabajar con personas de nuestra confianza con quien compartimos vínculos de parentesco parece una situación idílica, pero sin embargo puede esconder un serio entramado de celos, competencias desleales y rivalidades que solamente conducen al desastre. ¿Es posible evitar enfrentamientos y tensiones entre seres queridos que ocupan cargos de responsabilidad en la empresa? ¿Cómo se puede impedir que surjan malos entendidos entre los empleados que son de la familia y los que no lo son? A la hora de plantear el relevo generacional, ¿cómo es necesario proceder para mantener la armonía familiar y el equilibrio financiero al mismo tiempo?

Para evitar que ocurran situaciones incomodas e irritantes y asegurar la paz, tanto en el terreno familiar como en el ámbito empresarial, lo más importante es que las reglas del juego estén siempre claras para todos los involucrados, sean o no de la familia: desde limitar perfectamente las tareas y responsabilidades de cada uno hasta definir unos criterios básicos para entrar a formar parte de la empresa, pasando por establecer pautas para la sucesión de miembros y para la remuneración de los empleados. Cuando en una misma empresa trabajan personas que son de la familia y otras que no lo son, es importante que los criterios de funcionamiento sean equitativos para evitar que los empleados ajenos a la familia se sientan discriminados o en inferioridad de condiciones, lo cual puede llegar a generar severos conflictos internos que pueden resultar insalvables.

Aunque pueda parecer lo contrario, no todos los hijos desean continuar el negocio de sus padres, por lo que es muy importante que los descendientes decidan tomar el relevo generacional al frente de la empresa familiar libremente y sin presiones de ningún tipo. 

Pactar de antemano los privilegios que les serán otorgados si se da el caso, equiparar su sueldo al del mercado y evitar celebrar reuniones fuera del horario y el ámbito estrictamente laborales, además de referirse unos a otros por el nombre propio sin mencionar el parentesco que les une, son algunas simples recomendaciones que pueden resultar muy útiles a la hora de asegurar el funcionamiento.

Por lo demás, los pilares que determinan el éxito de una empresa netamente familiar no suelen ser muy diferentes de los del resto de empresas. Factores como tradición, continuidad, flexibilidad, responsabilidad social, innovación, creatividad, productividad, buen ambiente de trabajo, planificación y calidad de los servicios o productos son básicos para que cualquier empresa, sea o no familiar, no sólo se mantenga generación tras generación sino que, además, sea capaz de crecer ordenadamente y con firmeza. Así que ¡a trabajar! Hasta la próxima….  romanjoseg1@gmail.com  @consulfinper1


José G. Román

Creador – Fundador de El Consultorio de las Finanzas Personales
  


domingo, 11 de diciembre de 2016

¿Qué está pasando en Venezuela?

Quiero confesarles que muy poco me gusta hablar de política pero, veo con preocupación todo lo que está pasando en el país, en nuestro entorno, en nuestra sociedad. Venezuela se está cayendo a pedazos y actualmente lo más frágil es la estabilidad de Democracia Venezolana.

Por un lado el gobierno y sus voceros pululan por todas partes diciendo que todo está bien, que Venezuela goza de una buena solidez financiera; vaya usted a saber semejante caterva de mentiras y falsos testimonios, según ellos (el gobierno) todo lo que está pasando es un sabotaje, tal vez petrolero, tal vez económico, tal vez cibernético, tal vez mediático, tal vez desde el imperio, tal vez desde Colombia, o tal vez quien sabe desde donde. Toda esa verborrea es lo que siempre ha alegado este gobierno durante todos estos años.

Y por otro lado está la mal llamada “oposición” que durante todos estos años (para nadie es un secreto) también lo único que hace es repetir como un loro: ¡Esto no se aguanta! ¡Que ingobernabilidad! ¡Todo esto es un caos!.

De hecho nosotros mismos, como sociedad hemos caído en ese rol. Prueba de lo que estoy escribiendo se hace visible cuando estamos haciendo la cola o esperando turno en el banco, cuando estamos en la cola del super o en cualquier sitio público, inclusive dentro del núcleo familiar, conozco casos de familias que se han desbaratado por ideologías diferentes, tanto es el colmo de los colmos que han incurrido a la violencia entre hermanos, entre esposos, entre padre/madre e hijos. Toda una serie de comentarios negativos en cadena sobre la situación del país, que por supuesto… Si, ¡si es verdad¡ la situación del país es muy delicada.

Pero actualmente el venezolano de a pié simplemente se está preocupando por solventar sus necesidades básicas diarias, algunas tomando conciencia de que algo no está bien (pero solo eso), otros pensando que lo que hagan sus líderes en nombre de la “dicha oposición” estará bien, pero al final, el tiempo sigue pasando y seguimos sufriendo los embates de la escasez, la inseguridad, la inflación, la crisis de servicios públicos y la falta de empleo, para la mayoría no cambia nada, todo sigue igual. Pero ahora pregunto: ¿Y tú, que estás haciendo para que nuestro país sea mejor? ¿Tienes algún proyecto? ¿Qué podrías aportar al país, a la sociedad? ¿Cómo va tu proyecto de vida?

Generalmente no necesitas hacer grandes esfuerzos, simplemente hacer las cosas “BIEN” todo lo que te toca hacer. Fíjate que la palabra  -bien- la escribí en mayúscula porque esa palabra significa muchos valores que lastimosamente en nuestro país y en todo el mundo, los han relativizado de tal manera que a veces hacer bien las cosas se considera  algo anormal o “de extraterrestre”.

Por ejemplo, el que es honesto se le considera idiota, el que es ordenado y puntual se le considera necio; se ha llegado al colmo de decir que el que no paga un gestor para que le saque rápido un documento es un irresponsable. Yo pregunto: ¿Qué pasaría si NADIE pagara un gestor o pagara una comisión? Pues no existiera tanta corrupción, tan sencillo como eso.

¿Pero, donde aprenden las personas los valores y los anti valores?  Todos sabemos que la familia es el primer lugar donde se forman hombres o mujeres “de bien” o “de mal”. Así tan claro y tan complicado a la vez.

Venezuela es un país con más de 30 millones de habitantes, que actualmente padece infinidades de problemas y necesidades de todo tipo. Basta con que cada uno de nosotros nos enfoquemos en solucionar por lo menos un problema o satisfacer una necesidad en nuestra comunidad, recuerda que en la unión está la fuerza, les invito a convertirnos todos en “Solucionadores de problemas” ante la sociedad. No podemos quedarnos de brazos cruzados esperando a que todo se solucione sin hacer nada a cambio, para que las cosas cambien positivamente en este país debemos convertirnos en venezolanos productivos, creativos e innovadores.

En nuestro país hay muchas personas que pueden ayudar en esta “misión” que tenemos todos, de hacer un mejor país sembrando valores, que son la base firme para una sociedad mejor. Hasta la próxima…… romanjoseg1@gmail.com  @consultfinper


José G. Román
Creador – Fundador de El Consultorio de las Finanzas Personales

        

domingo, 4 de diciembre de 2016

La independencia financiera

Lograr La Independencia Financiera
Si aún no has podido vivir sin la necesidad de estar trabajando o hasta los momentos no tienes suficiente dinero como para poder vivir tu vida sin preocupaciones por el dinero, eso significa que todavía no has logrado la independencia financiera

También existen algunos niveles de independencia y matices antes de alcanzar totalmente la libertad financiera.

Es muy importante que lo hayas pensado por unos minutos, debido a que ya tienes mucho ganado con respecto a otras muchas personas que condicionadas por los patrones que nos marca la sociedad, están atrapadas en una carrera de ratas.

Lamentablemente siempre ha existido (y peor aún, ya que siempre lo ponemos en práctica) un sistema que nos conduce a derrochar un dinero que ni siquiera lo hemos generado para aparentar a las demás personas que nunca en la vida hemos conocido.

Cuando me refiero al logro de la independencia financiera, no me refiero al término de llegar a ser rico. Por lo menos en asuntos monetarios. Es importante estar claro y saber que únicamente con dinero no se llegará a ser financieramente libre. Ya que se trata también de una mentalidad. ¿Te gustaría saber los secretos para lograrlo?

Te sugiero que reflexiones por un momento. Desde que nacimos competimos en un trote a lo largo de un camino preestablecido que supuestamente nos conduce al éxito y la felicidad.

Siempre le decimos a nuestros hijos: Tienes que obtener buenas calificaciones y estudia una licenciatura que tenga buenas salidas profesionales aunque no te guste. No te distraigas ni sigas a los que no siguen el camino de lo que hay que hacer en la vida. 

Esfuérzate, da un paso más allá, estudia un máster, aprende idiomas, trata ser mejor que los demás, trabaja gratis para otros con la esperanza de un día tener un buen empleo.
Si tienes suerte y todo te va bien y un día consigues ese trabajo soñado, trata de pasar de mileurista (trabajador a tiempo completo y generalmente, suele tener una formación superior a la tarea que desempeña) y conseguir un ascenso con un aumento de sueldo. Y así sucesivamente.

Cómprate un auto que sea mejor que el de tu vecino. Solicita al banco una hipoteca para poder vivir en una buena casa o apartamento ya que te lo mereces porque tienes un buen sueldo. Cásate, ten hijos, prospera económicamente, aumenta tu nivel de vida. Viste bien, compra cosas caras y exhibe tus objetos posicionales para que todos vean lo bien que te va.
Tienes que aguantar la presión de tu jefe y de tus compañeros, trata de hacerlo bien para progresar en la empresa. ¿No te gusta tu trabajo? ¿Tienes miedo de perder tu empleo? Lo siento amigo, no puedes salirte del camino. Hay que pagar las facturas a final de mes, tienes una hipoteca a 30 o 35 años y una familia que mantener. ¿Vas a perder tu estatus social? Qué dirá tu familia, que dirá la gente. Todos esperan que tropieces para señalarte. 

La vida es cruel. Si quieres llegar a viejo con un poco de satisfacción tienes que continuar.
Tristemente todo eso es lo que generalmente nos enseñan desde pequeños. Puede que lo sea para algunos, pero esto no es ni el éxito ni la felicidad. Y mucho menos esto no es independencia financiera. Eso es la esclavitud de las deudas y los patrones morales que nos impone la educación y la sociedad. Es un sistema arraigado que siempre ha existido y que ha ido evolucionando con los años, pero que es el mismo que nos mantiene con los ojos vendados y con el pensamiento amordazado.

Ese sistema debes eliminarlo y mirar  a tu alrededor. Y preguntarte a Ti mismo ¿qué quiero hacer en la vida? ¿Es esto lo que yo quiero? Ese es el inicio para ir en busca de tu independencia económica y vivir la vida que realmente quieras vivir. Los años se van y no vuelven. Recuerda que no hay segundas oportunidades.

Si Tú decides seguir ese camino (lamentable) pensando que el dinero es lo más importante, pasarás la mayor parte de tu vida haciendo cosas que no te gustan, para comprar cosas y tener una vida que sabes que realmente no te llena.

El tiempo es tu activo más valioso y lo que tienes que pensar es que quieres hacer y cómo quieres vivir tu vida. El dinero es sólo un medio para conseguirlo. Y tienes que encontrar la forma de conseguir estrictamente el dinero necesario para vivir la vida como quieres hacerlo, sin que para conseguirlo tengas que emplear demasiado tiempo. Ni tengas que estar condicionado por nada ni nadie.

Me refiero a estar libre de la esclavitud de las deudas y de la condena de usar un dinero obtenido de forma deshonesta. No justifico a nadie, pero en cierto modo no me extraña tanta corrupción. Al final el ser humano es perezoso y siempre buscamos atajos. Pero esa no es la forma de conseguir la independencia financiera

Tienes que aprender cuanto antes que el conocimiento y el ahorro es la base para conseguir la libertad financiera. En lugar de comprar cosas con ese primer ahorro o lanzarte a pedir dinero prestado, preocúpate de construir activos que te generen ingresos. Y a tratar de diversificar al máximo posible tus fuentes de ingresos.

Y nuevamente suma a tu ahorro esos ingresos pasivos y vuelve a invertir. Aléjate todo lo que puedas del consumo y cada vez que vayas a comprar algo pregúntate ¿realmente lo necesito?

Evita la deuda mala. Aquella que es improductiva y simplemente se pide para anticipar ingresos futuros que esperas obtener con los que pagar la deuda, para consumir o comprar hoy cosas que tal vez podrías comprar o consumir más adelante y que en ocasiones no necesitas.

Dedícate a lo que realmente te gustaría emplear tu vida y conviértete en un experto en aquellas cosas que te apasionan. Para en todo caso ganar dinero enseñando a otras personas tus conocimientos sobre aquello que te llena en la vida. Y de ese modo alcanzar plenamente la independencia financiera.

No sé si será el mejor ejemplo, pero recuerdo haber escuchado una entrevista hace ya mucho tiempo a un gran emprendedor (Marcelo Muñoz) donde le preguntaban en que cosas había trabajado a lo largo de su vida y él decía que nunca había trabajado. Porque sentía haber dedicado su vida a estar haciendo siempre lo que al le gustaba y encima había ganado dinero con ello.  Bueno, pues eso es libertad financiera. Ahora ya lo sabes ¿Qué vida quieres seguir viviendo?  Hasta la próxima….   romanjoseg1@gmail.com   
@consulfinper1



José G. Román
Creador – Fundador de El Consultorio de las Finanzas Personales