Conozco emprendedores
con buenas ideas y con gran potencial, muchas de ellas, ideas extraordinarias
que pueden llegar a influir al mercado, cambiar hábitos de consumo y
convertirse en negocios bastantes rentables. Su principal característica en
muchos de ellos es su pasión, la emoción de crear un negocio, la ilusión de satisfacer una necesidad y
que tienen limitados conocimientos
financieros.
Pero
como todo, el recurso financiero es primordial en el nacimiento, desarrollo y
muerte de un proyecto. Por lo tanto,
todo emprendedor sensato y con una intención de prosperar, debe adquirir
algunos conocimientos y competencias
sobre las finanzas y el manejo del dinero antes de arrancar su proyecto. No
hacerlo implica que el proyecto comercial tendrá
los días contados y que el emprendedor tendrá una alta probabilidad de
enfrentar una pérdida de dinero, de
su tiempo y hasta de sus esperanzas.
Debemos comprender
el valor del dinero en el tiempo (presente
y futuro) y el fenómeno inflacionario con su impacto directo sobre la
economía global, de tu país y en tu proyecto.
Las estimaciones
financieras claras son importantes y cometer errores podría condenar tu
proyecto a la muerte. Contrariamente, ser asertivo desde el punto de vista
financiero facilitará la fluidez y el desarrollo de tu emprendimiento.
Tenemos
que ser precavidos, en primer lugar, al emprender con disciplina debes saber
controlar los ingresos y los gastos
de forma eficiente y transparente. Debes separar tu economía personal de la economía
de tu negocio, porque aunque te cueste creerlo, no es lo mismo. Hacer
realistas proyecciones de ventas y estimaciones de costos es vital. Es obvio
que si gastas más dinero del que logras recolectar por las diferentes formas de
ingreso de tu modelo de negocio, estarás en la ruta de caer en la falta de liquidez y posteriormente en
la condición de endeudamiento. Pero eso no es todo.
Es prioritario
conocer las inversiones que vas a necesitar hacer y los lapsos en que se deben
hacer, las fuentes de financiamiento inicial, el capital de trabajo necesario,
el flujo de efectivo fiel o al menos lo más exacto posible, que logres entender
y controlar la rotación del inventario y sus prioridades.
También
debes analizar un posible apalancamiento
o préstamo bancario y definir la capacidad de pago de tu negocio,
comprender muy bien las distintas tasas de interés y su impacto en tu negocio,
conocer los riesgos y beneficios de una devaluación
monetaria, conocer los índices de
rentabilidad, eficiencia, liquidez,
solvencia, punto de equilibrio, la
tasa interna de retorno, el tiempo de recuperación del capital, los métodos
de valoración de las actuales y nuevas aristas
del negocio, y estratégicamente tienes que saber programar las deudas por pagar
y por cobrar.
Tener
nociones sobre los estados financieros como el balance general y el estado de ganancias
y pérdidas te permitirán ver en una especie de radiografía financiera, que es el desempeño económico de tu
emprendimiento. De esta forma, ya sabes que no se trata de una exigencia
académica, sino de una herramienta para monitorear tu gestión y de sobrevivir.
Para
dimensionar adecuadamente el potencial de tu emprendimiento necesitas
comprender el valor de los activos
tangibles, muy conocidos por todos como fijos y circulantes, pero sobre todo asegúrate de comprender el
valor de los activos intangibles, como las marcas, derechos de autor, patentes,
secretos industriales, la tecnología en desarrollo, el saber hacer, la
trayectoria y reputación y la experiencia, entre otros.
También
debes conocer las obligaciones
tributarias y laborales de tu emprendimiento y por ende, el impacto que tendrá
en el desempeño económico del proyecto el pago de los impuestos nacionales y
municipales, además de los pasivos laborales.
Con base
al conocimiento y al análisis de todos estos elementos, como emprendedor tú vas
a ir tomando decisiones permanentemente. Ten en cuenta que cuando las ganas de
emprender se conjugan con el desconocimiento,
la improvisación y la inexperiencia, las probabilidades de cometer errores se acrecientan. Lo malo
es que en los negocios, los errores suelen ser muy costosos en términos
financieros.
Mi
recomendación profesional es que leas
diariamente sobre finanzas, para que te familiarices y te documentes en la
materia, y de ser posible, inscríbete en algún taller o curso sobre finanzas para no financieros o de finanzas
para emprendedores. Si lo haces, en poco tiempo dejarás atrás la época en
que comparabas las finanzas de tu negocio con la trigonometría del
bachillerato. Hasta la próxima romanjoseg1@gmail.com @consultfinper1
José G.
Román
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