domingo, 28 de mayo de 2017

El secreto de persistir

Los seres humanos cuentan con muchas cualidades que favorecen la realización individual y conllevan al  logro de sus metas. Entre ellas, se encuentra la persistencia, ese motor que motiva a las personas a insistir, con el fin de lograr sus propósitos, a pesar de los fracasos y obstáculos, sin que, lo difícil  de las circunstancias lo detenga.

Para contar con éxito, primero se debe tener un objetivo  trazado y la decisión firme de alcanzarlo, aunque no exista plena garantía. De esta manera, se asumen los riesgos  y las fallas en el camino, sin desistir.  Es allí cuando, la persistencia entra en juego y se transforma en logros, para todas las personas que se apegan a sus determinaciones.

Si se analiza este factor, como una fortaleza de la naturaleza humana que lleva a las personas a superar  las desmotivaciones, se pueden observar muchos beneficios. Cultivar la perseverancia, permite fortalecer el carácter necesario para responder  y no bajar la motivación ante las presiones, pues ayuda a mantener una actitud ganadora desde el inicio hasta el logro de sus propósitos.

Hace, que se fortalezca  una  óptica distinta en cuanto a las relaciones con otros en el entorno, facilitando el entendimiento con  personas que pueden servir de apoyo en el logro de sus  objetivos, desarrollando destrezas individuales para esto. Es bueno tomar en cuenta que, para lograr los objetivos propios, se puede recurrir a aquellos alrededor, que pueden ser una guía o auxilio. 

Por otro lado, al enfrentar los retos que se presentan en el camino, analizar las mejores decisiones y superar las situaciones que pueden ser un obstáculo,  ayuda a desarrollar habilidades a través de las experiencias y de la persistencia. Muchas veces, las personas tienen que aplicar el ingenio, la inteligencia, su preparación, conocimientos o su personalidad, con ese carácter que identifica a las personas persistentes.

Igualmente,  en la medida que se  avanza gracias a la persistencia, se crea un efecto que hace fluir el recorrido, generando pequeñas victorias, que son el resultado de ese esfuerzo, y que, van construyendo el camino hacia la consolidación de las metas, las cuales, no se alcanzan a corto plazo, pues  son el resultado de la suma de varios logros.

Es importante entonces, que los individuos desarrollen la persistencia como fortaleza, pues no derrumbarse ante los obstáculos, fallas o problemas, sirve de base para avanzar, para tener  la actitud que hace fluir  las victorias y lograr así las metas deseadas. Hasta la próxima…  romanjoseg1@gmail.com   @consultfinper1


José G. Román


Creador – Fundador de El Consultorio de las Finanzas Personales

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jueves, 18 de mayo de 2017

Tiempos de crisis

Hace ya algunos años que los medios de comunicación nos bombardean a diario con el tema de la crisis económica (aunque esto no hace falta, porque vivimos día a día con ella y hemos aceptado que ha llegado y no tiene intención de marcharse, al menos de momento). Como resultado, muchas personas han dejado de “vivir” y se limitan simplemente a “sobrevivir”, y esto no solamente en el plano económico, sino en todas los ámbitos de nuestra vida; hemos abandonado la ilusión, la esperanza, la lucha por nuestros objetivos…, la búsqueda de un futuro mejor.

Y como en la viña del Señor hay de todo, nos encontramos desde aquellos que se sumen en la depresión más profunda, hasta los que parecen haber dejado su vida en stand by, confiando pasivamente en que la crisis pase y todo vuelva a ser como antes. De una forma u otra, todos han dejado de VIVIR para conformarse con SOBREVIVIR… Lo curioso es que este cambio de actitud no sólo está determinado por el curso de la vida sino que, de cierta forma, también está sustentado por los medios de comunicación y los mensajes que nos lanzan: parece “normal” que en tiempos de crisis nos sintamos desolados, tristes y que nos dediquemos a sobrevivir lo mejor que podamos

En cierto modo, es comprensible que una pérdida o disminución del estilo de vida al cual estábamos acostumbrados provoquen una reacción inicial de tristeza. Sin embargo, deberíamos hacer una distinción entre economía y salud, entre dinero y felicidad, entre bienestar económico y bienestar psicológico. Hay millones de personas que viven por debajo del nivel de pobreza establecido por los países occidentales, y no por eso han perdido la ilusión de vivir. De hecho, los estudios realizados en los últimos años demuestran que los niveles de felicidad en estos países son mayores que en las grandes naciones industrializadas.

Lo que intento decir, es que es difícil reducir drásticamente el tren de vida al cual estábamos acostumbrados; pero asumir una actitud derrotista y dejarse caer en las garras del desánimo o de la depresión no resuelve nada, al contrario, nos resta capacidad de acción, bienestar y calidad de vida.
Además, es bueno recordar que la crisis tiene dos caras: una negativa y otra positiva. En estos mismos momentos, están cerrando muchos negocios y empresas pero también están abriendo otros con nuevas ideas que se adaptan mejor a las condiciones actuales.

La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis, se supera a sí mismo…
Por eso, me parece este un buen momento para recordar esta famosa fábula, que ilustra muy bien de lo que estoy hablando:

“Un viejo maestro decidió que aquella tarde visitaría junto a su discípulo uno de los parajes más pobre de la provincia. Después de caminar un largo rato encontraron una casucha a medio derrumbarse. Sin embargo, lo más sorprendente de todo era que en aquella casucha de apenas seis metros cuadrados vivían ocho personas: el padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos.

Sus miradas tristes y sus cabezas bajas no dejaban duda de que la pobreza y la inopia no sólo se habían apoderado de sus cuerpos, sino que también había encontrado albergue en su interior. Curiosamente, en medio de este estado de penuria y pobreza total la familia contaba con una sola posesión extraordinaria bajo tales circunstancias: una vaca que proveía de leche a toda la familia. Esta vaca era la única posesión material con la que contaban y lo único que los separaba de la miseria total.

Al día siguiente, muy temprano, asegurándose de no despertar a nadie, los dos viajeros se dispusieron a continuar su camino. Salieron de la morada pero, antes de emprender la marcha, el anciano maestro, ante la incrédula mirada del joven, y sin que éste pudiera hacer algo para evitarlo, sacó una daga que llevaba en su bolsa y de un solo tajo degolló a la pobre vaca que se encontraba atada a la puerta de la vivienda.
¿Qué has hecho maestro? ¿Cómo has podido matar esta pobre vaca que era su única posesión?

Sin inmutarse ante la preocupación de su joven discípulo y sin hacer caso de sus interrogantes, el anciano se dispuso a continuar su marcha. Así pues, dejando atrás aquella macabra escena, maestro y discípulo partieron.
La historia cuenta que, un año más tarde, los dos hombres decidieron pasar nuevamente por aquel paraje para ver qué había ocurrido con la familia. Buscaron en vano la humilde vivienda. El lugar parecía ser el mismo, pero donde un año atrás se encontraba la ruinosa casucha ahora se levantaba una casa grande que, aparentemente, había sido construida recientemente.

Se detuvieron por un momento para observar en la distancia, asegurándose de que se encontraban en el mismo sitio. Lo primero que pasó por la mente del joven fue el presentimiento de que la muerte de la vaca había sido un golpe demasiado duro para aquella pobre familia. Muy probablemente, se habían visto obligados a abandonar aquel lugar y una nueva familia, con mayores posesiones, se había adueñado de éste y había construido una mejor vivienda. 

Cuál no sería su sorpresa cuando, del interior de la casa, vio salir al mismo hombre que un año atrás les había dado posada. Sin embargo, su aspecto era totalmente distinto. ¿Qué había acontecido durante ese año?
El hombre les confesó a lo dos viajeros que su primera reacción ante la muerte de la vaca fue de desesperación y angustia. Sin embargo, después se dieron cuenta de que necesitaban comer, consiguieron algunas semillas y comenzaron a sembrar. Así comenzaron a vender los alimentos que les sobraban y, de este modo, les llegó la abundancia.”

La lección más importante que podemos extraer de todo esto, es que no debemos conformarnos si estamos descontentos con nuestra situación; en nuestras manos está el poder hacer cosas para cambiarla. Y por encima de todo, nunca liguemos irremediablemente nuestra felicidad y nuestro bienestar psíquico y espiritual a la abundancia económica. La vida tiene altos y bajos, y eso significa sólo una cosa: ¡¡que estamos vivos!! Hasta la próxima….    romanjoseg1@gmail.com

José G. Román

Creador – Fundador de El Consultorio de las Finanzas Personales
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domingo, 7 de mayo de 2017

Ser Puntual

Se ha comprobado que llegar un poco antes a las citas reduce el estrés, además la persona puntual se gana una buena reputación.

Cuando alguien es puntual, da a entender que se esfuerza por controlar su vida y por cumplir con lo que ha planeado aunque le surjan contratiempos. Demuestra que es una persona de palabra.

En la actualidad, la gente rompe sus promesas y no es fiel a sus compromisos, por eso se valora mucho a quienes cumplen lo que dicen. Una persona cumplidora se gana el respeto de su familia y amigos así como también las empresas valoran a los trabajadores que son puntuales y cumplen con la fecha de entrega, puede que incluso lo recompense con un mejor salario y por qué no un ascenso.

Si usted suele llegar tarde, quizás sea porque quiere hacer demasiadas cosas. ¿Podría eliminar algunas actividades innecesarias? Lo recomendable es dejar un margen de tiempo entre cada cita y trate de llegar temprano por si se le presentan imprevistos a causa del mal tiempo o del tráfico.

Sea modesto y sincero con usted mismo, eso significa reconocer nuestras limitaciones, en otras palabras, antes de aceptar un compromiso, sea realista y vea si podrá cumplir con él ya que si se sobrecarga con muchas actividades, solo logrará estresarse usted y estresar a los demás.

La puntualidad es una de las mayores cualidades de una personas, sobre todo, de un profesional, pues habla de compromiso, respeto y una buen capacidad de organizarse, cuando una persona llega temprano a cualquier cita indica que respeta el tiempo, no solo el suyo sino de la otra persona, pero además deja ver su responsabilidad para cumplir su palabra y organizar sus deberes.

Al ser puntual, se sentirá muchísimo menos estresado, pues no tendrá que preocuparse siempre por llegar a tiempo ni por pedir disculpas a los afectados. Para llegar siempre a la hora pactada a sus compromisos, cultive este hábito desde hoy mismo
Si quiere comenzar a ser más puntual siga estas recomendaciones:

-Reconocer que es impuntual. Como cualquier otro problema, usted no podrá arreglarlo si cree constantemente que no lo tiene.
Si la impuntualidad le está causando problemas en el trabajo o en sus relaciones interpersonales, lo primero que tienes que hacer es reconocer que tienes esta debilidad.

-Sea consciente acerca del tiempo. El suyo y el de los demás.
No juegue con el tiempo de las personas ni con el suyo mismo, adelantar el reloj puede ayudarle, pero a otras personas no les ayuda tanto, pues saben inconscientemente que su reloj tiene cinco minutos más.

-No haga varios planes al mismo tiempo.  Al organizar nuestro día, se tiende a llenarse de pendientes. 
Piensa que haciendo malabares podrá cumplir con todos. Error. La realidad es que casi siempre postergamos alguno. Debe aprende a incluir en su agenda únicamente las tareas que puede llevar a cabo y así no queda mal con nadie.

-Prepare todo con anticipación. ​Uno de los principales hábitos para ser productivo es adelantar lo más que pueda la noche anterior…, sobre todo, si va a tener una reunión temprano.
Llene su tanque de gasolina, prepare su desayuno, elija su ropa, plánchela. Con pequeños avances logras una mejora.

-Acuéstese temprano. No es que a las 7 de la noche ya debe estar en la cama, pero tampoco a las 2 de la mañana.
Estudios confirman que las personas más exitosas madrugan, pero ¿cómo alguien puede levantarse con los rayos del sol si duerme después de medianoche? Sólo puede lograrlo haciéndose el hábito.

-Levántese con la primera alarma. No se quede con el  típico cinco minutos más.
Uno de los mejores hábitos que podrá cultivar es levantarse tan pronto suene su despertador. De preferencia, consiga una alarma que no tenga función de “snooze.

-Sáquele provecho a la tecnología. Las herramientas digitales pueden convertirse en sus grandes aliadas a la hora de organizar tus tareas.
Descargue una que le permita hacer listas de pendientes y establecer recordatorios, y que se sincronice con todos tus dispositivos móviles. Esto ayudará a que tenga emparejadas sus citas.

-Llegue por lo menos 10 minutos antes. Sí, la puntualidad tampoco es llegar mucho antes, pero si no está acostumbrado deberá hacerte el hábito y prever cualquier contratiempo.
Para ello, haga el compromiso de llegar siempre 10 minutos antes de su cita. Esto significa que llegará antes que todos y tendrás mucho tiempo “libre.

-Lleve siempre un libro de compañía. Ya que ahora llegará antes que todos, procure tener un libro para leerlo, o una “Tablet” para avanzar con sus pendientes.
Así podrá aprovechar mejor esos minutos mientras espera, y no sentirá que está perdiendo el tiempo, o desesperarse si es que alguien no llega a la misma hora que usted.
Hasta la próxima….. romanjoseg1@gmail.com   twitter: @consultfinper1

José G. Román

Creador Fundador de El Consultorio de las Finanzas Personales
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