Tecnoestrés es un término calificado por las instituciones de
salud como una enfermedad del siglo XXI,
la cual es ocasionada por el deseo
obsesivo de adquirir los modelos más recientes de teléfonos celulares,
computadoras, videojuegos y equipos electrónicos, así como el uso excesivo de la tecnología.
Se le define también como una incapacidad de enfrentarse a las tecnologías de la información y
sus cambios acelerados "de un modo
psicológicamente saludable". Este cambio es tan intenso y rápido que
"genera estrés" incluso en los que ya se han adaptado
De este padecimiento ya se hablaba muchos años atrás, antes
de que la tecnología llegara a ocupar una parte importante en la vida de las
personas.
En 1997 fue publicado un libro por Larry Rosen y Michelle
Weil cuyo título es Technostress; en
éste se pone de manifiesto la adicción psicológica que puede producir el uso
continuo de la tecnología.
Por otro lado se menciona al psicoterapeuta estadounidense
Craig Brod, como el creador de este término allá por el año de 1984.
Ser o
no ser un adicto a la tecnología puede
derivar en un problema común: “el tecnoestres”
El término
se refiere a una enfermedad de adaptación,
el impacto negativo que tiene el uso de las tecnologías en una persona.
Este
trastorno se presenta en todas las
personas que por su trabajo o actividades cotidianas están en contacto con
las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
En
realidad el uso de las TIC por sí mismo no genera tecnoestrés. Son muchos factores
los que intervienen, pues hay personas que no tienen habilidades para
manejarlas, no tienen buena capacitación y eso influye en su personalidad,
autoestima y autoeficacia.
Según investigaciones
y de acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, alrededor del
52% de los usuarios de Internet en
el planeta padece algún tipo de conducta adictiva relacionada al uso de
dispositivos tecnológicos o a los hábitos de uso de Internet y redes sociales.
En
Venezuela se estima que el 3% de la población
entre 7 y 18 años es adicta a la tecnología.
Es una cifra relativamente baja al compararla con otros países como Estados
Unidos en donde la proporción puede llegar al 40%, o Taiwán donde el 80%
de los jóvenes presenta esta adicción, pero aun así es un porcentaje que debe
preocupar ya que hace apenas dos años era 0.5%.
Según estudios
las personas que usan las tecnologías se
pueden clasificar en cinco grupos: aquellas que las usan sólo lo necesario,
las que las aceptan y adaptan a las necesidades, las que realmente disfrutan
trabajar con ellas, las que han creado una dependencia con las TIC y aquellas
que se resisten y las rechazan totalmente.
El
tecnoestrés puede generar en una persona
ansiedad, dolores de cabeza, dolores
musculares así como también irritabilidad.
Hasta la próxima……. romanjoseg1@gmail.com
@consultfinper1
José G.
Román
Creador
– Fundador de El Consultorio de las Finanzas Personales
