sábado, 9 de julio de 2016

El emprendimiento social, una alternativa para mejorar la sociedad

Normalmente, el emprendimiento social nace a partir de la decisión de una persona con inquietudes que, de forma individual o estimulando la participación grupal, identifica y desarrolla productos o servicios que pueden ayudar a resolver necesidades o problemáticas sociales. Este tipo de iniciativas, no deben ser necesariamente de tipo comercial o buscar generar riqueza pero, sí que tienen como común denominador la búsqueda de su sostenibilidad económica, con el fin de que el resultado del esfuerzo emprendedor, pueda desarrollarse adecuadamente en el tiempo.

Otro de los elementos que caracterizan a este tipo de personas es su capacidad de innovación y facilidad para la aplicación de sus ideas transformadoras que, por lo general, dirigen sus iniciativas hacia objetivos de impacto social directo; es decir, incidiendo de forma directa en el colectivo o población sobre el que eligieron actuar. Y si “compartir” es uno de los verbos que mejor conocen los emprendedores sociales, lo conjugan también con otras personas, facilitando su conocimiento, experiencia y recursos, a otras personas socialmente emprendedoras que quieran aprovecharlos, bien en el mismo territorio, bien en otras regiones o países, porque visión, talento y solidaridad no tienen fronteras.

 El uso de las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación, TIC, ha favorecido enormemente la oportunidad del trabajo compartido, por ello, se han creado numerosas redes de Emprendedores Sociales en todo el mundo, como es el caso de “Social Venture Network” (SVN), una red de líderes de negocios comprometidos a construir un mundo socialmente justo y sostenible, a través de negocios enfocados social y ambientalmente sostenibles. Otra importante red es “Ashoka”, entidad que apoya a hombres y mujeres con soluciones innovadoras que aceleran la transformación social; personas que combinan una visión creativa de las necesidades sociales con una capacidad emprendedora, unos principios éticos sólidos y la determinación para hacer realidad sus ideas a gran escala. Con esta visión, Ashoka ha conseguido apoyar a más de 3.000 Emprendedores Sociales en 71 países.

El emprendimiento social ha cobrado un gran protagonismo en los últimos años. En épocas de difícil situación económica, la sociedad debe buscar alternativas, encontrar los cauces necesarios para mejorar no sólo la situación por la que atraviesan, sino también el mundo.
Es por este motivo por el que cada vez son más las personas que se animan a sacar adelante sus proyectos, dejando atrás sus miedos. En este instante es cuando entra en juego Socialnest, una asociación que tiende las manos a todos esos aventureros, asesorándoles en todo lo que necesiten, desde la formación hasta la financiación.

Aunque el concepto de emprendimiento social parezca novedoso, no lo es. Durante su larga tradición, numerosos autores han intentado explicarlo dando lugar a múltiples definiciones. A pesar de ello, todas consideran que el emprendimiento social está ligado al interés de generar un impacto positivo tanto en la sociedad como en la naturaleza.

Desde Socialnest, este concepto se puede definir como la solución innovadora a un problema social, un problema que está presente en tu ciudad o país. En definitiva, el emprendimiento social se ha convertido en una alternativa para mejorar la sociedad.

Esta fuerza innovadora no tiene límite de edad, todo el mundo tiene derecho a aportar su granito de arena para cambiar el mundo. Los proyectos que despegan y consiguen sus objetivos engloban diversas temáticas que van desde la mejora de necesidades sociales hasta el apoyo de los colectivos en riesgo de exclusión social como la pobreza o la inmigración, entre otros. La creatividad, la imaginación y la capacidad para resolver problemas, juegan un papel importante para llegar a ser un buen emprendedor.

¡Cambiar el mundo es posible y está en tus manos!

José G. Román


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