viernes, 30 de septiembre de 2016

Finanzas para niños

¡Me he encontrado tantas veces con la subestimación hacia los niños! Se les trata como seres de otro mundo con los que es imposible comunicarse y mucho menos esperar entendimiento de su parte. Algunos niños me han manifestado sus impresionantes ideas, conocimientos, deseos, alegrías, ganas, etc. En los niños saludables no existen miedos que bloqueen sus acciones o complejos que los hagan sentir inferiores a los demás, en pocas palabras, tienen todo para convertirse sin lugar a dudas en unos exitosos y felices adultos del mañana.

Los primeros años de la vida de un ser humano van a marcar su desempeño futuro en cada aspecto de su vida, así que, como diría Joseph Joubert, “Los niños necesitan modelos más que críticos” así que, si tienes en casa niños, considérate afortunado de poder orientarles y sobre todo de convertirte en un modelo que valga la pena seguir y replicar.

El tema financiero en si causa miedo. ¿Sabes por qué? Porque le tenemos miedo a lo desconocido, si nosotros como adultos no nos interesamos en este aspecto tan importante, mucho menos podremos orientar a esas personitas que están a nuestro cargo y que son nuestra mayor responsabilidad.

¿Involucras  a tus hijos en tareas financieras cotidianas? Las tareas financieras cotidiana son, por ejemplo, alguna salida al banco en donde expliques la transacción que vas a hacer y por qué, o por ejemplo, en la planificación de las compras del súper, desde que haces la lista antes de salir de casa o incluso explicarle por qué usas una tarjeta de crédito para pagar y cómo funciona. Estas son tareas financieras cotidianas que van poco a poco integrándolo a la realidad, que no por ser niño tiene que desconocer, al contrario estará más preparado para enfrentar de manera inteligente sus propias situaciones financieras desde este mismo instante que está bajo tu protección hasta que se convierta en un adulto independiente.

El hábito del ahorro es un pilar importante para empezar a ser financieramente inteligentes y responsables, ya que mide el grado de compromiso y de cumplimiento de objetivos, ya que no se trata de acumular dinero así porque si, el objetivo es fijarse metas, comprometerse, cumplirlas y ponerse nuevos retos con un grado más de dificultad cada vez que vayan reforzando su seguridad y confianza.

¿Cómo empezar a formar un niño financieramente inteligente?, el primer paso es que quites de tu mente que no te va a entender y que no le va a interesar, seguramente si le dices que le vas a hablar sobre finanzas te contestará con que a qué hora puede ir a jugar con sus amigos, así que no se trata de eso, tienes que ir involucrándolo de manera muy natural con actividades cotidianas como las que menciono en párrafos anteriores, tu misión es lograr que empiece a ver todas esas actividades y conceptos como parte de su día a día. Comienza por involucrarlo con juegos que impliquen aterrizaje en la realidad.

En una oportunidad un padre de familia me comentó que para empezar a fomentarle el hábito de ahorro a su hija, le motivó diciéndole que si ahorraba lo que más pudiera durante el año, cada vez que llegara su cumpleaños se lo duplicaría, para lo cual abrió una cuenta bancaria a nombre de ella que está destinada a la futura empresa que la niña quiere llevar a cabo, ya que el sueño de su hija es ser empresaria. Todos los años desde que empezó esta propuesta la niña no ha dejado de ahorrar, ya lo convirtió en un hábito que la motiva y llena de alegría. Casos como el mencionado me llenan también de alegría y satisfacción.

Encontrarse padres ocupados (no preocupados) por heredarles conciencia financiera a sus hijos ¡Esa es la mejor de las herencias que puedes dejarles! Te lo agradecerán toda la vida.

Aquí les dejo algunos concejos que pueden empezar a aplicar  para este maravilloso objetivo:

.- Involucrarlo en tareas financieras cotidianas y explícale por que las llevas a cabo.
.- Empieza a fomentarle el hábito del ahorro empleando siempre un objetivo y tiempo para lograrlo, siempre ve monitoreándolo, interésate.
.- Seguramente le das algún dinero semanal para sus gastos. Enséñale que dentro de ese dinero disponible tiene que destinar un porcentaje a su objetivo de ahorro y empezar a hacer un plan de gastos con el, ¿En que lo va a utilizar? ¿Qué cantidad va a destinar en cada cosa? Etc.
.- Existe hoy día muchísimo material financiero dirigido a niños desde cuentos, talleres y videojuegos que empezarán a involucrarlos aun mas ya que aprende porque se está divirtiendo, y la diversión es parte fundamental de la naturaleza infantil.

Si ya eres padre  y eres de los que se ocupan en fomentarles educación financiera a sus hijos te felicito. Hasta la próxima…    romanjoseg1@gmail.com  Twitter: @consultfinper1

José G Román        


  

viernes, 23 de septiembre de 2016

La paciencia... virtud poderosa

Nuestra vida se desenvuelve a un ritmo vertiginoso: demasiada prisa para hacer, para llegar, para resolver asuntos personales y del trabajo, fricciones que surgen cada día con las personas, citas urgentes. Si nuestra época pudiera tener un nombre se llamaría “prisa”. Por eso es necesario hacer un alto en el camino y reflexionar un poco sobre el valor de la paciencia, para no dejarnos abrumar y tampoco seguir esa carrera loca que va a toda marcha. ¿Cómo esperamos que nuestra vida tenga más cordura y sea más amable a los demás si todo lo queremos “ya”?

La paciencia es el valor que hace a las personas tolerar, comprender, padecer y soportar los contratiempos y las adversidades con fortaleza, sin lamentarse; moderando sus palabras y su conducta para actuar de manera acorde a cada situación.

Al encontrarnos con personas que a nuestro juicio siempre son molestas, inoportunas o “lentas”, podemos caer en el error de fingir una actitud paciente, es decir, dar la apariencia de escuchar sin alterarse ni expresar emoción, buscando escapar de la situación lo más rápido posible dando respuestas breves y un tanto cortantes, eso sí, procurando que no se den cuenta para no herir los sentimientos; a esto se le llama indiferencia, insensibilidad ante el estado de ánimo de los demás.

Uno de los grandes obstáculos que impiden el desarrollo de la paciencia, es, curiosamente, la impaciencia de esperar resultados a corto plazo, sin detenerse a considerar las posibilidades reales de éxito, el tiempo y esfuerzo requeridos para alcanzar el fin:

- El hacerse de demasiadas actividades produce ansiedad y prisa, quedando un amargo sabor de boca y mal humor por no terminar todo lo que hemos iniciado. En pocas palabras, debe haber moderación, ser conscientes de nuestros alcances para evitar contraer demasiados compromisos que posiblemente no podamos cumplir.

- Otro ejemplo clásico se da en el ámbito laboral con el personal de reciente contratación, su curriculum y proceso de selección muestran los conocimientos y capacidad necesarios para desempeñar el puesto, sin embargo, cada labor específica requiere de un proceso de adaptación a las políticas, modalidades, normas y estilos del centro de trabajo; no se puede descartar a una persona a las dos semanas de iniciar su desempeño por no lograr una rápida adaptación.

- El ahorrar puede ser una forma de medir nuestra paciencia, no importan las cantidades ni la frecuencia con que se acumulen, la constancia nos llevará a reunir la suma necesaria para adquirir el auto, el juguete o realizar ese viaje que tanto hemos soñado. Si quitamos la vista del objetivo, terminaremos por gastar lo poco que hemos reunido, y nuestra meta será cada vez más lejana e inalcanzable.

- Aunque en tono irónico se dice que son los hijos quienes nos proporcionan una fuente inagotable de paciencia, no deja de ser verdadero en cierta forma. La impaciencia que manifiestan los padres, en gran parte se debe al querer que los hijos razonen y actúen como adultos, “¿es qué no piensas?”, “te dije que lo hicieras así...”, son algunas de las más comunes frases empleadas por los padres en su desesperación. No debemos olvidar que la madurez se da con el tiempo, la experiencia y la formación que reciben los hijos.

Claro está que hay chicos que son más traviesos, el reto es tener la habilidad para educarlos pacientemente y de la mejor manera posible.

Existen otros retos no menos importantes para el desarrollo de la paciencia, que se refieren específicamente al hecho de soportar y tolerar las contrariedades inesperadas; por ejemplo:

- Soportar las molestias del clima a través del arduo trayecto a la oficina y la escuela, con cientos de autos circulando a nuestro alrededor. - Ser tolerantes al realizar tareas con otros, ante su falta de destreza, conocimiento o pericia para realizar las cosas. Se da con el trabajador que no ha entendido como presentar un informe, con la empleada del hogar que no sabe cómo deseamos que limpie la casa, con los hijos que no entienden las matemáticas... La paciencia debe llevarnos a enseñar la manera de hacer las cosas, al ofuscarnos los resultados suelen ser totalmente contrarios a nuestros deseos.

- La predisposición que tenemos al acudir a aquel lugar donde “siempre me hacen perder el tiempo”. ¿Por qué disgustarnos innecesariamente?, lleva una revista o un libro para ocupar tu tiempo mientras haces fila en una ventanilla o en la sala de espera del consultorio.

- Mostrar “buena cara” cada vez que nuestro jefe o compañero de trabajo, nos pide que le hagamos el mismo favor de siempre. En vez de mostrar impaciencia y hacer las cosas de mala gana, lo más sano es contar con esa actividad como si fuera fija, dentro de nuestro tiempo y quehaceres, sólo así podremos realizarla gustosamente.

Nada ganamos con la desesperación, antes de reaccionar debemos darnos tiempo para escuchar, razonar y en su momento actuar o emitir nuestra opinión.

La paciencia siempre tendrá sus recompensas: mantener y mejorar las relaciones con la pareja y los hijos, los compañeros de trabajo (incluyendo jefes y subordinados); tener amistades duraderas; obtener los resultados deseados en aquella labor a la que hemos dedicado mucho tiempo y esfuerzo.

La persona que vive el valor de la paciencia, posee la sensibilidad para afrontar las contrariedades conservando la calma y el equilibrio interior, logrando comprender mejor la naturaleza de las circunstancias generando paz y armonía a su alrededor. Cuéntame que tan paciente eres.. deja tus comentarios.  Hasta la próxima… romanjoseg1@gmail.com  Twitter: @consultfinper1   

José G. Román 


viernes, 16 de septiembre de 2016

El Efecto Halo

El  “efecto halo” fue respaldado por el psicólogo Edward L. Thorndike en 1920.  El concepto hace referencia a la tendencia natural que tenemos de  seleccionar y generalizar un rasgo positivo o negativo de una persona por la primera impresión.

Esto se debe a que solemos calificar a las personas por su apariencia. Si en el primer contacto se mostró “atractivo”, en su siguiente visita tendremos un concepto ya establecido de la persona, por ello, los especialistas en imagen personal recomiendan asistir a las entrevistas de trabajo muy formales.

El efecto halo suelen tenerla en mayor medida las personas de buena apariencia física, pues, al ser bellos dan la impresión de tener una personalidad adorable. Ello explica por qué las estrellas de cine y los modelos son muy solicitados en la publicidad y el marketing.

En la política, el efecto halo logra explotar otros virtudes, como la buena conversación, el trato amable, la inteligencia  y la generosidad.

Este fenómeno psicológico se trata de juzgar a otro ser humano en concreto, tomando en consideración un solo rasgo, significa que las personas tienden a asociar las características positivas de alguien por poseer una cualidad atractiva para nosotros y al contrario.

El efecto halo puede decirse que es lo que coloquialmente se llama “juzgar un libro por la portada”, es decir, a partir de unas pocas características conocidas presuponemos características que no están necesariamente relacionadas con dicha característica.
De este modo, las investigaciones en el efecto halo continuaron y se encontró que el ser atractivo en una persona era asociado a otras características, es decir, una persona atractiva nos parecerá más inteligente o más a primera vista que una persona no atractiva.

Así, se da que cuando conocemos a una persona las primeras características que conocemos de ella son fundamentales en la imagen primera que nos llevamos de ella; es decir, si las características de esa persona nos parecen entonces la imagen que nos formamos de la persona es buena y viceversa si nos parecen malas. Así, el llevarnos la primera vez una buena o mala impresión de la persona es cuestión de qué tipo de características apreciamos primero de dicha persona.

Otro ejemplo de este efecto es la lectura; cuando comenzamos un libro, el libro nos gusta y motiva a leerlo si al comienzo de él (las primeras páginas) nos gustó y nos sentimos motivados a leerlo, sino después difícilmente nos gustará el libro o nos motivará leerlo.
Es algo a tener en cuenta a la hora de pensar en cómo juzgamos las cosas, dado que a veces podemos prejuzgar mal una persona, un objeto o una relación, porque hemos generalizado vacuamente las buenas características que encontramos al comienzo de él. Así, hemos de estar atentos al efecto halo y no caer es sus consecuencias, prejuzgar sólo por una primera impresión.

El efecto halo en la infancia
El efecto halo es un sesgo cognitivo del cual ya hemos hablado aquí , se trataría de un engaño perceptivo mediante el cual juzgamos a una persona o situación por una característica señalada, generalizándola a toda su realidad.

El ejemplo más significativo del efecto halo es el que se produce con la belleza. Las personas bellas, según los cánones actuales que mandan, son consideradas como más felices, afortunadas, con mayor éxito, etc., que el resto de la población. Esto es extrapolable a tantos campos que me quedaría sin letras: publicidad, marketing, música, cine, televisión, política...

Sin embrago, en esta ocasión, me gustaría centrarme en el efecto halo dentro del contexto de la infancia

La representación más radical del efecto halo en la infancia se produce en las aulas. Nos guste admitirlo o no, prejuzgamos y lo hacemos con los niños también, a fin de cuentas, este es un comportamiento adaptativo. Durante años, nuestros ancestros necesitaban hacer evaluaciones rápidas de las personas para detectar posibles enemigos, amigos, potenciales parejas, etc. Este hecho resultó ser esencial en nuestra supervivencia y por consiguiente se transmitió en nuestro código genético, por eso es tan difícil no caer en el prejuicio, y el efecto halo, como todo sesgo cognitivo se ceba con el estereotipo.

De este modo, es a los docentes a quien más incurre este sesgo perceptivo, especialmente a la hora de etiquetar al alumnado. Sé que es difícil admitirlo, pero está en nuestra naturaleza, las primeras impresiones que recibimos de los niños determinan en muchos contextos la evaluación que de ellos hagamos y si las pruebas a las que los sometemos no son sistemáticas y objetivas, tendemos al etiquetado.

Si potenciamos lo positivo que cada niño tiene, si elegimos tomar el efecto halo en nuestro beneficio, podemos lograr lo que en psicología social se conoce como profecía autocumplida, es decir, si valoramos a nuestra infancia y los motivamos para que se consideren buenos y competentes, esto mismo se producirá sólo por el hecho de que nosotros lo hayamos sugerido. 

El efecto halo en el aula

El efecto halo en educación es más común de lo que se piensa; el maestro pone las famosas "etiquetas" a sus alumnos "el bueno", "el malo", "el listo"... y por desgracia, aunque esto se haga sin intención ocurre, puesto que nuestro cerebro está realizando constantemente exámenes de lo que ocurre a nuestro al rededor y de las personas de nuestro entorno. Ahora bien, el buen maestro debe conocer esta realidad y tratar de actuar de modo profesional y siendo lo más objetivo posible.

Si pensamos que un alumno es brillante nuestras propias expectativas tenderán a cumplirse ya que el niño percibirá que le valoramos y se esforzará más, así mismo el propio maestro le facilitará el acceso a los buenos resultados sin tan siquiera percatarse.

¿Has escuchado esa frase de "Cría fama y échate a dormir"? pues lo cierto es que encierra una inmensa verdad, la mayor parte de personas se quedan con las primeras impresiones que reciben de los sujetos sin pararse a ir más allá. Es complicado cambiar esas primeras impresiones pero es estrictamente necesario, más aún en el ámbito educativo.

Los docentes deberían olvidarse por completo de etiquetar, aunque de algún modo sea inevitable, tenemos que tener confianza en que cada uno de nuestros alumnos son especiales y los mejores en aspectos diferentes; si no tenemos expectativas positivas hacia ellos estaremos poniendo piedras en su camino y esto ocurre desde las edades más tempranas, sólo hay que ver cuando a un niño siempre le llaman "malo" al final acaba siendo el más malo entre los malos ¿y esto por qué ocurre? Los adultos somos de vital importancia en la creación del autoconcepto de los niños en la infancia y en la adolescencia, se verán reflejados en nuestras palabras e incluso en nuestros gestos.

Si tenemos que poner etiquetas que sólo sean positivas, "el que canta bien", "el que pinta bien"... y siempre sin comparar, porque nosotros, los padres, docentes y demás implicados en el proceso de enseñanza aprendizaje cumplimos un papel crucial en el desarrollo de la personalidad de nuestros pequeños y no tan pequeños.

No olvidemos que las expectativas tienden a cumplirse, sabiendo esto, ¡tengamos las mejores expectativas para conseguir el máximo potencial de cada individuo! Hasta la próxima….  romanjoseg1@gmail.com  Twitter: consultfinper1

José G. Román



jueves, 8 de septiembre de 2016

Los retos de la educación del futuro


¿Sabes qué recursos necesitará tu hijo para adaptarse a los cambios futuros?
Estoy convencido que hoy día ya no sirve la escuela ni los modelos de aprendizaje de hace cien años. La sociedad, nuestro presente, dará pie a la futura sociedad que demanda individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes, autónomos, con altos dotes sociales, que se adapten fácilmente a los ambientes laborales, capaces de trabajar con cualquier persona, en cualquier lugar y momento. Los niños de hoy no sabemos qué serán en el futuro, pero deberán tener los recursos necesarios para adaptarse a lo que venga.

Algunos expertos intuyen los caminos por donde avanzar. Por ejemplo, en creatividad, que genera oportunidades para que se desarrolle el talento, y sin embargo, la escuela de hoy condena esa creatividad, se nace siendo creativo, es parte de nuestra inteligencia natural y es lo que diferencia a los seres humanos de las demás especies. El 80% de los aprendizajes se producen antes de los cinco años, después de esta edad a los niños se les empieza a dirigir ordenándoles qué deben hacer, cómo hacerlo y en qué plazos. Esto termina por obstruir las vías de creatividad que estos jóvenes poseen.

Hay otros muchos ámbitos nuevos que explorar y desarrollar desde la escuela. La educación emocional en edades tempranas, propone Jannet Patti, educadora reconocida internacionalmente. Ésta debe comenzar en la educación infantil y transcurrir a lo largo de toda la vida, permite al individuo afrontar mejor los retos de la vida y tiene como finalidad el desarrollo del bienestar personal y social. No debemos olvidar que las emociones tienen un valor adaptativo porque nos protegen de peligros, son valiosos recursos de información porque nos pueden hacer ver qué sienten otros y, finalmente, las emociones no pueden estar separadas de la cognición y las habilidades sociales.

Gran parte de la comunidad educativa aboga por un cambio en la forma de enseñar, de aprender... en la escuela para formar a los ciudadanos del futuro.

Desde mi punto de vista estos son algunos de los retos que todos debemos plantearnos para la educación del futuro:

Hay que formar al ciudadano: la sociedad requiere individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes con el mundo digital, con altos dotes sociales y que se adapten a ambientes laborales diversos.
Todos debemos ser incluidos como eje social: es trascendental el establecimiento de políticas públicas para el desarrollo sostenible en el que uno de los pilares sea la inclusión social.
Se requiere Liderazgo y Ética institucional: la cultura digital lleva años instaurada en la sociedad, las instituciones educativas no pueden permanecer ajenas, por lo que se torna fundamental un liderazgo institucional basado en la construcción de un sentimiento de comunidad sólido.
Extraer la inteligencia colectiva: en una sociedad cada vez más compleja sobrevivir en ella depende cada vez más de una inteligencia colectiva. El ser humano es social por naturaleza, por lo que ha de aprovechar las posibilidades abiertas de la sociedad digital.
Contenidos + Pedagogía + Tecnología: la intersección entre estos factores fundamentales son claves para la introducción en los procesos educativos: sólidos conocimientos de los contenidos, dominio de competencias pedagógicas y manejo de herramientas tecnológicas y sus posibles aplicaciones, la tecnología no reinventa a la pedagogía, sólo amplía sus posibilidades.
Fomento de la creatividad: existe una inminente necesidad de repensar los sistemas educativos para evitar ahogar la creatividad de los aprendices, es decir, enterrar un sistema educativo basado en el control e instaurar uno de empoderamiento. El alumno nace siendo creativo y el sistema educativo ha de generar las condiciones para que pueda seguir desarrollando esa creatividad.
La educación emocional papel importante: la finalidad principal de la educación es que cada sujeto pueda alcanzar un grado óptimo de bienestar social y emocional, por lo que la educación emocional debe ocupar un lugar privilegiado en los sistemas educativos. Para ello los programas de formación docente deben dedicar una mayor atención a tales competencias.
Simbiosis necesaria entre familia, escuela y comunidad: la educación no es exclusiva de las instituciones educativas: es posible aprender en cualquier lugar de la sociedad, para ello debe existir conexión y cooperación entre familia, escuela y comunidad. La educación es una cuestión de toda la sociedad.
Objetivo: desarrollo de competencias. Los cambios de sistema educativo deben orientarse hacia la mejora competencial de los estudiantes. La sociedad digital requiere de competencias que los sistemas educativos han de desarrollar (autonomía, adaptación, tratamiento de la información, etc.), reformando el currículo. Se requerirá de unidades didácticas más simples basadas en tales competencias útiles para la inserción social, aprendiendo de forma conectada en red.
Intereses del aprendiz: el aprendizaje debe producirse de forma natural, partiendo de los intereses del aprendiz, teniendo en cuenta lo que ya sabe, desde la práctica y de cometer errores para ser reorientado por el docente.
Rol del profesor y su formación: desde la transmisión de contenidos a la orientación y apoyo del alumno, generando las condiciones para que sea éste el que, de manera activa y experimental, construya su propio conocimiento, esto implica que la formación docente se reconfigure, contemplando de forma más sólida el uso pedagógico de los entornos digitales para la sociedad.
Nueva ecología del aprendizaje: existe una nueva ecología del aprendizaje que está reconfigurando la educación. Volvemos a entenderla en su sentido amplio, más allá de su simple consideración como escolarización.
El reto de considerar todos los ámbitos educativos posibles: existe una necesidad de disrupción en el sistema educativo planteado como ente aislado de la sociedad. Los aprendizajes producidos en ambientes no formales e informales crecen a un ritmo vertiginoso y no quedará más remedio que considerar los beneficios de todos estos ámbitos educativos.
Interactuación sobre los contenidos: el aprendizaje no está en los contenidos sino en las interacciones que se producen alrededor de ellos. El aprendizaje en red a través de interacciones debe consistir en agregar, mezclar y poner en práctica los conocimientos.
Formación adaptada a las demandas: la construcción del currículo que deberá configurar los nuevos perfiles que demanda la sociedad tendrá que hacerse entre todos los agentes involucrados en su desarrollo, la sociedad y las escuelas deben colaborar para adaptar la formación a las demandas sociales del futuro.
Lo que se busca es formar a ciudadanos, y no solo a profesionales eficientes: un sistema educativo abierto a la comunidad y basado en aprendizajes colaborativos que implican a toda la sociedad, la labor de este sistema no es formar a ciudadanos únicamente para ser útiles a un mercado, sino formar a ciudadanos capaces de desenvolverse en todos los niveles sociales.
Evitar la ansiedad tecnológica: la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, es imposible predecir qué tipo de tecnología habrá en un futuro próximo. Lo que sí tendrá que hacer la sociedad, es diseñar cómo quiere que sea la educación del futuro, la tecnología que acompañará será la que esté disponible llegado el momento de la implantación. 

Estimado lector si tienes algún comentario, sugerencia, idea o alguna pregunta sobre este importante articulo déjanos tu comentario. Hasta la próxima….   romanjoseg1@gmail.com Twitter: @consultfinper1

José G. Román  





jueves, 1 de septiembre de 2016

Nomofobia: Uso excesivo de redes sociales


Las redes sociales son páginas creadas para proporcionar un mayor contacto entre conocidos. Estas hoy en día han tenido gran auge y son de uso diario y prácticamente "necesario" debido a cierta dependencia que se ha creado a las mismas. Al ser estas tan comunes son, ya, parte de nuestro mundo y nos rodean por lo que el uso abusivo no nos ha permitido darnos cuenta de los posibles efectos negativos que estas pueden acarrear.

Es una situación que envuelve a todas las personas ya que hoy en día la mayor parte de nosotros utilizamos redes sociales y nos provoca perder gran parte de nuestro tiempo efectivo o potencial de trabajo. Pudiendo esto afectar gravemente nuestras vidas, tanto laborales o estudiantiles, se vuelve un gran y fuerte distractor en nuestras labores y obligaciones diarias, claro ejemplo de esto es que muchas empresas  han optado por bloquear el acceso a las redes sociales a sus empleados, ya que estas afectan el rendimiento de los empleados en el trabajo, un claro indicio de como las redes sociales nos están afectando es el tiempo que invertimos en ellas, el cual normalmente puede ser de varias horas al día, las cuales podríamos utilizar para realizar otras actividades más importantes, ya sean trabajos, estudiar, entre otra gran cantidad de actividades que podemos realizar.

Son varios los delitos informáticos que pueden resultar a partir del uso de las diferentes herramientas tecnológicas y/o redes sociales (WhatsApp, Facebook, MySpace, telefonía celular, Twitter, YouTube, Flickr, Dropbox, etc.) tales como: robo de identidad, acoso, extorsión, estafa, fraude informático, sabotaje informático, ciberterrorismo, delitos económicos, publicación de comunicaciones electrónicas, revelación de información registrada en banco de datos personales, corrupción de menores, secuestros, narcotráfico y hasta trata de personas.

Por ello la necesidad de tomar conciencia de que las acciones que se realizan en el mundo virtual impactan inexorablemente en el mundo real. Los usuarios deben utilizar la herramienta con la certeza de que los datos personales se harán públicos y así expondrán su vida privada. Si bien las encuestas refieren que el 50 por ciento de los adolescentes da información personal en Internet, el 60 por ciento sube fotos propias y de amigos sin su consentimiento, y manifiestan además pensamientos, opiniones, gustos y creencias sin restricciones; es aún más preocupante el hecho de que dos de cada tres padres desconoce a qué red social está suscripto su hijo, así como que el 80 por ciento de los jóvenes accede a Internet sin control de sus padres.

En este sentido, es recomendable para la seguridad de los jóvenes que los padres acompañen y eduquen a sus hijos sobre los riesgos potenciales y los concienticen sobre el uso responsable de las redes sociales, y los guíen en la navegación de los sitios de ingreso y se interioricen en las herramientas tecnológicas. La prohibición en estos casos resulta un mal consejero. Por el contrario, el guiar y generar pautas de uso responsable provoca un compromiso en la utilización del servicio por parte de los jóvenes.

En este contexto, los padres deben tener buen conocimiento del uso y alcance de estas herramientas; deben experimentar y conocer sus funciones y servicios; de esta manera podrán tener un mejor vínculo y diálogo con los chicos al momento de aconsejarlos, guiarlos y advertirles sobre las virtudes y riesgos de las mismas. No puede aconsejarse sobre lo que no se conoce. Deben establecer normas y pautas de uso razonable, discutiendo con ellos y poniendo límites concretos a fin de evitar que sus hijos o los amigos de ellos sean expuestos a situaciones no deseadas o de amenaza, principalmente sobre la información personal que puedan subir a dicha red.

Es fundamental saber quiénes son los contactos y/o grupos a los que los chicos están asociados o vinculados. Un modelo de acercamiento recomendable es que los padres muestren interés en las actividades, amistades y grupos que sus hijos generan a través de estos sistemas, con el propósito de que los jóvenes no se sientan vigilados o acosados por sus padres; la sobreactuación, enojo o prohibición no son aconsejables, ya que ellos generarán automáticamente una nueva herramienta de red social para vincularse y por la mala experiencia no se lo comunicarán a sus padres.

Es positivo que los chicos sociabilicen y utilicen las herramientas tecnológicas –como las redes sociales o los grupos de WhatsApp– para armar grupos de estudio, deporte, amistad etc.; esto facilita y dinamiza las relaciones como así también aquella información que se intercambia, pero este ámbito que se genera debe ser sano y seguro, focalizado en personas de la misma edad y conocidas; no es aconsejable que los chicos inte-ractúen con grupos constituidos por adultos o que permitan el ingreso a personas ajenas al grupo específico creado.

Cuando se habla de la responsabilidad, competencias u obligaciones para el control y la seguridad en la utilización de la red, inmediatamente se lo asocia con la obligación del Estado como único responsable de velar por ello; sin embargo, en el modelo de la seguridad informática se identifica como factor fundamental la limitación y cuidado individual, es decir, la autorresponsabilidad de cada usuario.
Recomendaciones prácticas para un uso eficiente y seguro de las redes:

No interactuar con personas con las que no se tiene un vínculo real.
No dar información personal (número de teléfono; direcciones; fotografías propias, de           familiares o de amigos sin su consentimiento); no intercambiar contraseñas.
Bloquear contactos desconocidos que insisten en entablar un diálogo.
Evitar encuentros personales con personas que han conocido por el sistema.
Respetar la privacidad de los amigos para no exponerlos.

 La ansiedad por permanecer conectados a las redes sociales, o ‘morir’ si se desconecta del ciberespacio, es una enfermedad de carácter psicológico denominada nomofobia.

Cuidado!, usted puede sufrir de este trastorno y no percatarse de ello. En ese sentido una reconocida Universidad en España hizo un estudio con la red social más frecuentada: Facebook. Aquí los resultados.
Twitter, Linkedin, Facebook, Google +, Youtube, entre otras, conforman algunas de las estructuras sociales en red que utilizan hombres y mujeres de todas las edades.
Sin lugar a dudas, la adicción a las redes sociales es un flagelo que puede atacar a todas las personas que hacen uso de ellas en el mundo.

Tanto así que en 2011, en el Reino Unido, se realizó un estudio que reveló la dependencia de las personas al celular, el 58 por ciento de los hombres y el 48 por ciento de las mujeres sufrían ansiedad si se quedaban sin celular, batería o cobertura. Debían estar conectados al celular y a las redes sociales.

Para ese entonces, psicólogos de la Universidad de Barcelona denominaron al miedo irracional de olvidar el móvil como ‘nomofobia’. Se deriva de las palabras no- mobile - phone phobia.
“Se ha atribuido a la tecnología la causa de diversas enfermedades, tanto de orden físico como psicológico.

El abuso en el uso de redes sociales se podría considerar como una adicción. De acuerdo con algunos estudios, podría ser más adictivo que el tabaco y el alcohol; los jóvenes, en especial las mujeres, son más vulnerables a esta dependencia”.

En una encuesta online realizada a 2.400 jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y 23 años, a lo largo de tres meses, se concluyó que el 62,5 por ciento de las mujeres (1.515) y el 37,5 por ciento de los hombres (885) cuentan con un perfil en Facebook. Cifras correspondientes al 100 por ciento de los encuestados.

Las razones aducidas por los encuestados para tener un perfil en la página de Facebook corresponden a la necesidad de conocer muchas personas, ser conocidos por muchas personas, pertenecer a un grupo de amigos y no ser excluido de ellos, permanecer enterado de los acontecimientos que publican los contactos, por moda y porque es la mejor forma de establecer comunicación con personas de la misma edad.

De los encuestados, el 56,52 por ciento pasan entre dos y tres horas diarias en Facebook y el 4,35 por ciento permanece en esta red cinco horas o más, lo cual permite observar que, entre los jóvenes, el uso de esta red social es una práctica cotidiana y que en ocasiones demanda mucho tiempo.

El 26,09 por ciento de los jóvenes consultan Facebook entre seis y siete veces por semana y solamente el 2,17 por ciento entre una y dos veces por semana.

Cuando se sube el perfil a la red social, se está dando cabida a muchos usuarios para que me conozcan y para conocer mucha gente.

En ese sentido, las comunidades virtuales se convierten en un medio que facilita la socialización, la comunicación, el compartir cosas en común, contribuye a rehuir de la soledad, que para muchas personas es difícil de enfrentar. El uso de las redes se convierte en un hábito. Es parte de la programación de las actividades diarias”.
De acuerdo con las respuestas de los encuestados, el 80,43 por ciento utiliza Facebook para chatear, el 32,61 por ciento revisa perfiles de personas que le interesan y el 21,74 por ciento sube fotos y videos.

Conclusión
Los jóvenes obtienen un nivel global de satisfacción en la vida  que deriva de fuentes diversas, tales como la familia, la pareja, los estudios, las amistades o sus aficiones. Cuando una persona no consigue diversificar sus fuentes de satisfacción o se siente profundamente insatisfecha en algunas de ellas, puede recurrir al mundo virtual en un intento de buscar una compensación de lo que no tiene en el mundo real.

A su vez, el abuso de las redes sociales es un fenómeno que puede denotar la existencia de otras alteraciones (personales o familiares) que hay que saber detectar adecuadamente para abordar el problema en conjunto.

Al margen de la vulnerabilidad psicológica previa, el abuso de las redes sociales puede provocar una pérdida de habilidades en el intercambio personal (la comunicación personal se aprende practicando), desembocar en una especie de analfabetismo relacional y facilitar la construcción de relaciones sociales ficticias.

En resumen, las personas deben aprender a integrar las redes sociales virtuales con las relaciones sociales reales. La riqueza de la comunicación interpersonal requiere de un contacto cara a cara si no se quiere construir relaciones sociales ficticias que antes o después acaban por derrumbarse.  Hasta la próxima…… romanjoseg1@gmail.com twitter: @consultfinper1

José G. Román