martes, 28 de febrero de 2017

Un Buen Supervisor

Un supervisor es quien tiene la responsabilidad de guiar un conjunto de personas para asegurar el desempeño deseado, con la mayor eficacia, eficiencia y gratificación.

Un buen supervisor trata adecuadamente, y con éxito, las tres dimensiones necesarias para el mejor desempeño de las personas y equipos:

.- Sentir: la relación, la comunicación, la emoción.

.- Pensar: el conocimiento, las ideas, la razón.

.- Actuar: la acción, la energía, los logros.

Las herramientas de un buen supervisor se presentan agrupadas dentro de cada dimensión y su definición incluye lo que esperan los colaboradores. Luego se destacan las características de “un buen supervisor” y los principales errores (por defecto y por exceso) en los que es preferible no caer.

Sentir: ¿cómo atender la relación, la comunicación y la emoción?
La dimensión del sentir se refiere a la relación con los colaboradores, la necesaria comunicación con ellos y la atención a sus emociones y sentimientos. La relación es conexión, correspondencia y trato. La comunicación es la acción y el efecto de comunicar o comunicarse entre dos o más personas es un proceso dinámico  que implica compartir y especialmente escuchar. Las emociones son fenómenos psicofisiológicos que representan modos de adaptación a estímulos ambientales o de uno mismo, en otras palabras sirven para establecer nuestra posición con respecto al entorno, nos impulsan hacia ciertas personas, objetos, acciones e ideas.
“Un buen supervisor es quien puede tratar adecuadamente y con éxito las tres dimensiones necesarias para el mejor desempeño de las personas y equipos (el sentir, el pensar y el actuar).”

Pensar: ¿Cómo atender el conocimiento, las ideas y la razón?
La dimensión del pensar se refiere al conocimiento, las ideas y la razón (el razonar). El conocimiento está representado por la información procesada y comprendida. Las ideas son los conceptos, los pensamientos, las opiniones y los juicios, y también la imaginación para inventar o innovar. La razón, además de argumentos y demostraciones, y del orden y el método, abarca los motivos  y causas para actuar correctamente. Un buen supervisor atiende adecuadamente los conocimientos, las ideas y las razones necesarias orientadas a la acciones del equipo.

Actuar: ¿Cómo manejar la acción, la energía y los logros?
Actuar es la dimensión relacionada con el hacer, con la acción, con las actividades orientadas a lograr un efecto. La energía es la capacidad para actuar, para hacer un trabajo. Los logros son los resultados de la acción, los efectos de la acción consciente, conseguir o alcanzar lo que se intenta o desea. Un buen supervisor atiende con eficacia y eficiencia los recursos necesarios para que la acción y la energía de personas y equipos logren los resultados deseados.

Premiar: Es reconocer los logros y méritos, implica antes que nada estar pendiente para ver e identificar los logros y méritos. Hay supervisores que están muy pendientes de los errores para castigar. Soy de los que piensa que un error puede ser una oportunidad para aprender y mejorar ya que todos deseamos ser reconocidos y premiados por nuestros esfuerzos y logros. Nadie quiere un supervisor regañón que solamente vea lo malo.

Un buen supervisor está pendiente de lo que se hace bien para reconocerlo, estimularlo y premiarlo.

Finalmente podemos decir que un buen supervisor entiende su autoridad legítima y la ejerce para el éxito del equipo.  Y como siempre digo “La mejor forma de enseñar es predicando con el ejemplo” hasta la próxima…..  romanjoseg1@gmail.com  @consultfinper1

José G. Román

Creador – Fundador de El Consultorio de las Finanzas Personales

  


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