sábado, 14 de mayo de 2016

Poder y Sabiduría… aspectos diferentes del crecimiento personal


Has pensado alguna vez en las diferencias entre sabiduría y poder, ambos se pueden considerar una señal de crecimiento personal. Tanto el poder personal como la sabiduría pueden atraernos hacia otro ser humano, e inspirarnos a buscar su compañía y consejo. Las personas que poseen poder personal nos influencian y cambian el curso de nuestras vidas, mientras que las personas sabias pueden inspirarnos y guiarnos. El problema es que a menudo confundimos las dos cosas: poder y sabiduría, en realidad, no siempre van de la mano. Sin expectativas de dar respuestas definitivas, intentemos profundizar en nuestro entendimiento de estas dos cualidades importantes del ser humano.
Poder personal
El poder personal es, básicamente, la capacidad de reflejar nuestra voluntad en el mundo externo. Es la capacidad de “imprimir” nuestras ideas en el ambiente externo, dando forma al mundo para que esté en armonía con nuestra visión. El poder personal puede ser desarrollado a través del entrenamiento mental, el ejercicio físico, o incluso obteniendo riqueza y estatus social: todos estos factores nos permiten ejercer más influencia sobre el mundo que nos rodea.
Mientras no lo convirtamos en un objetivo en sí mismo, no hay nada malo en el desarrollo de nuestro poder personal. Más poder significa más eficacia en el mundo, y eso puede ser muy útil. Debido a que el poder en sí mismo no es ni bueno ni malo, sin embargo, puede ser usado para el bien común, o para destruir y manipular. Centrarse sólo en el poder puede ser arriesgado: el poder por sí solo no puede garantizar que estemos actuando en beneficio de todos. Para tener esta visión ampliada, necesitamos algo diferente: la sabiduría.
En definitiva, el poder personal puede ser muy útil, pero también peligroso. Si la sabiduría no está ahí para guiarlo, entonces el poder puede terminar en una ciega demostración de vanidad y egoísmo. Por ello, cuanto más nuestro poder personal crece, más debemos desarrollar nuestra sabiduría también.
La sabiduría
La sabiduría es difícil de definir, pero relativamente fácil de reconocer. Es diferente e independiente del poder personal. Podríamos decir que la sabiduría es la manifestación de una conexión con algo más elevado, más grande y trascendental. Sabiduría implica perspectiva: la capacidad para tener una vista de pájaro de lo que sucede a nuestro alrededor, como si miráramos desde un lugar más alto. Este sentido de la perspectiva otorga la capacidad de distinguir lo que favorece un bien mayor de lo que no lo hace.
La sabiduría, pues, está relacionada con la percepción del bien común, que es, a su vez, lo que fomenta la evolución. “Bien común” significa, en última instancia, lo que está en línea con el continuo proceso de evolución en la Tierra, el largo viaje hacia una complejidad y conciencia cada vez mayores en las formas de vida de este planeta.
Si el Universo y nuestro planeta Tierra van hacia un determinado objetivo, si hay un proceso continuo de evolución, entonces la sabiduría significa estar en sintonía con este proceso y favorecerlo.
Cultivemos la sabiduría
Podemos cultivar la sabiduría viviendo la vida, estudiando, meditando y, no lo olvidemos, escuchando la opinión de los demás. Realmente, no podemos entender el bien común sin escuchar las ideas de otras personas acerca de la felicidad, el amor, la libertad, etc. Creo que prácticamente ningún ser humano puede llegar a ser sabio por si solo; la sabiduría se basa en un esfuerzo y entendimiento colectivo.
En la práctica, para desarrollar nuestra sabiduría, podemos empezar por escuchar a los demás. Escuchar a nuestros padres, nuestra familia, nuestros amigos, y sobre todo escuchar a gente con opiniones completamente diferentes de las nuestras. Cuando escuchamos a alguien cuya opinión es diferente a la nuestra y hacemos un esfuerzo para ver su punto de vista, tenemos la oportunidad de acceder a algo más elevado y más complejo que nuestro punto de vista limitado.
La sabiduría es una expansión, una apertura de la mente. El hombre sabio es aquel que ha ampliado excepcionalmente su visión del mundo, y abarca en sus pensamientos una mayor porción de la humanidad que la persona común. Las miembros más ancianos y más sabios de una comunidad solían tener el honor (y la carga) de escuchar los problemas y las quejas de todo el mundo.
Identificar la sabiduría en las personas
¿Cómo reconocemos la sabiduría en los demás? Aunque no hay una regla fija, en mi opinión la sabiduría debe ser fácil y natural de percibir. Si nos esforzamos demasiado para encontrar sabiduría en alguien o algo, lo más probable es que estemos buscando en la dirección equivocada. La sabiduría brilla con facilidad: es pacífica, tranquila, y no necesita imponerse por la fuerza.
Persona poderosa…Persona sabía
El mundo está lleno de hombres y mujeres que pueden influir en la realidad que les rodea a través de su dinero, estatus social o poder personal. Los poderosos son abundantes. Sólo una fracción de ellos, sin embargo, posee sabiduría. Del mismo modo, hay un montón de gente sabía que no tiene una gran cantidad de poder personal. Los sabios son a menudo relativamente poco “potentes”. Las personas mayores en la mayoría de las sociedades, por ejemplo, suelen ser muy sabias, aunque su poder de cambiar el mundo exterior puede ser limitada.
Es importante mantener clara la distinción entre poderosos y sabios. Cuando nos enfrentamos a una decisión difícil y necesitamos consejo, debemos buscar el consejo de los sabios. Ellos son los únicos que nos pueden guiar en la dirección de la evolución. No importa realmente si son o no poderosos, y en algunos casos, su relativa impotencia puede hasta ser una ventaja. Si alguien no puede influenciarnos de ninguna otra manera que dándonos sabios consejos, hay buenas probabilidades que no estén tratando de manipularnos o dominarnos.
Conexión entre poder y sabiduría
En el interior de una persona, la sabiduría debe guiar el poder y no al revés. A nivel colectivo, vale la misma regla: el poder debería ser, en cierto sentido, subordinado a la sabiduría.
También tenemos que darnos cuenta de que el poder es tentador y atractivo, mientras que la sabiduría no lo es tanto. La mayoría de la gente, de una manera u otra, desea tener poder. ¿No sería genial poder influir en el mundo y cambiarlo a nuestro gusto? ¿No lo convertiríamos en un mundo mejor? Si miras con honestidad en tu interior, lo más probable es que te des cuenta de que estás seducido por el poder, ya sea bajo la forma de riqueza, estatus social, o capacidad física y mental.
Finalmente quiero decir que al mantener una conciencia clara y una actitud humilde, podemos desarrollar nuestro poder personal en armonía, conectándonos al mismo tiempo cada vez más con la inteligencia y la sabiduría infinitas del Universo. Solo cuando nuestro poder es guiado por la sabiduría, puede servir al bien común, y fomentar la evolución humana. Bueno mis estimados lectores espero que este artículo les haya gustado, hasta la próxima……

José G. Román


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